Por: Aníbal Díaz González
Hace un buen rato, tenía yo como... 10 añitos de edad más o menos, empezaron a transmitir Telemundo en mi pueblo, San Buenaventura Coahuila, México. Ésto provocó uno de los traumas más profundos de mi infancia. Las ventas por TV, (usted sabe, las de "llame a éste teléfono, dígame el número de su tarjeta de crédito y le mando alguna idiotez que no le va a servir para nada") se acababan de poner de moda. Uno de los artículos que Telemundo anunciaba en aquellos días era algo así como un 'kit de información del fin del mundo', incluía videos y no sé que tanta cosa con las profecías de Nostradamus, hablaba del Anticristo y 'regalaba' (de ésto si me acuerdo perfectamente) un libro extra titulado "1999... ¿el fin de la humanidad?".
Pos ahí tienen al Aníbal todo asustado, traumado y sin poder dormir... ¿saben cómo puede afectar un anuncio así a una mente infantil y debilucha?... ¡¡BASTANTE!!. Ya andaba queriendo confesar todos mis sacrilegios, pidiéndole perdón a todo mundo y tratando de sacar de mi cabeza toda esa publicidad 'satánica' y 'cataclísmica'.
Pasaron los años, llegó el 99' y no pasó nada. Carajo... desperdicié parte de mi adolescencia arrepintiéndome pa' que nunca llegara el mentado Apocalipsis. Pero éso no fue todo. Después me enteré que hubo gente que aseguró que el 6 de junio del 96' también se suponía que se iba a acabar el mundo. Me acuerdo que en un programa de Cristina también salió un señor peor de traumado que yo al que le había pasado más o menos lo mismo a mediados de la década de los 80's. "¿Tons qué rollo?" me pregunté filosóficamente. "¿No soy el único retrasado mental que andaba purgando sus pecados en espera del Juicio Final?"... pues aparentemente no.
Según historias que por ahí se cuentan, después de la Segunda Guerra Mundial se creía que la humanidad tendría que enfrentar un conflicto bélico nuclear inevitable, el cual desembocaría en la mentada Tercera Guerra Mundial, es decir, la 'Mamá de todas las Guerras' y la cual provocaría la erradicación de toda vida sobre la tierra. Volviendo a Nostradamus, según escritos de éste profeta adicto al opio en el séptimo mes de 1999 ocurriría una catástrofe de proporciones bíblicas que también nos mandaría a todos a Chihuahua un baile. Cuando sus fanáticos y traductores se dieron cuenta de que no pasó ni maiz se pusieron a revisar nuevamente los escritos del vidente en cuestión para saber qué era lo que sus palabras significaban en realidad, ya que todo lo que Nostradamus escribió a veces puede llegar a ser interpretado de manera muy subjetiva (haga de cuenta como cuando uno trata de entender lo que dice Samy, el que sale en el programa de Eugenio Derbez). Por otro lado y poniéndonos más modernos... ¿cómo olvidar al mentado virus Y2K, se acuerda?. El Y2K era un virus que presumiblemente iba a provocar que todas las computadoras del mundo se colapsaran cuando el calendario de todos los CPUs llegara al año 2000, osease, marcara 00 y 'volviéramos' al año 1900, iniciando una reacción en cadena que acabaría con la raza humana. Está por demás decirlo, pero tampoco pasó nada. Ahora, los que aún están paranoícos, agárrense. Isaac Newton, aquél señor de melena larga y canosa y quién supuestamente casi es descalabrado por un árbol de manzanas para desarrollar la ley de la gravedad, no sólo era un gran científico. Cuentan las malas lenguas que también andaba muy metido en asuntos de alquimia, y hay documentos que indican que estudió textos antiquísimos con los cuales llegó a la conclusión que el mundo se acabaría en el año 2060 (aunque, pa' no errarle, Sir Newton nunca dijo una fecha exacta).
Ahora, si volteamos nuestra atención sobre la religión, concretamente al Catolicismo, sería un mentiroso si le digo que me sé la Biblia de pe a pa, pero tengo entendido que ni siquiera aquí se menciona una fecha exacta para la llegada del Apocalipsis. Claro, indica el mentado número de La Bestia, el 666, pero hasta ahí.
El martes pasado (6 del 6 del 06) el miedo volvió a colarse en las mentes altamente suceptibles. Telemundo (¿otra vez?), Univisión y cuánta estación de radio populachera pueda usted imaginarse anduvieron pregonando como una de sus noticias principales el 'significado' del 'fatídico' día. ¡Ah!, por cierto, también se estrenó un remake de "La Profecía" -qué detallazo de mercadotecnia-. Voy a ir a ver la película nadamás porque sale Julia Stiles... qué chula se ve de mamá adoptiva del hijo del diablo jaJAjaJA. Eeeen fin... "¡AMÁ, SE VA ACABAR EL MUNDO!", dijo más de uno éste martes.
¿Qué no entienden?... ¡el mundo no se va a acabar por un cambio en la fecha del calendario!. El día que el mundo se acabe va a ser por diferentes razones: cuando nos acabemos nuestros recursos naturales, cuando por fin nos despachemos totalmente la capa de ozono porque no entendemos y seguimos contaminando a lo bestia, si llega a chocar un meteorito inmenso como el que acabó con los dinosaurios (esto no es sólo cosa de películas de Bruce Willis, puede pasar), o cuando, de plano, dentro de unos millones de años más el sol se muera, se expanda, y queme todos los planetas que encuentre a su paso, incluyendo el nuestro. Mi estimada gente "afectadamentalmenteporlosasuntosdelApocalipsis": alégrense de estar vivos, ¡aprovechen!. Tiren las preocupaciones siniestras y fatalistas a la basura, si lo que quieren es que nuestro mundo no muera, cuídenlo, cada quién a su manera y dentro de sus posibilidades. Vivamos una vida tranquila, divertida, en familia... si se quieren preocupar por ser buenos cristianos, háganlo. Pero más que sugerirles seguir al pie de la letra cualquiera de los dogmas de cualquiera que sea su religión, sugeriría que fueramos buenas personas. Partiendo de ahí le sacamos mucho jugo a éste regalazo que es vivir... o por lo menos estamos tranquilos hasta el 6 de junio de 2066.
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