Por: Aníbal Díaz González
La semana pasada se me ocurrió apostar con mi amigo Luis, el diseñador argentino del periódico. Me dijo: "Mirá. Te apuesto lo que vos querás a que no llegás antes de las nueve a la oficina". Dijimos que si no llegaba temprano a mí me iba a tocar pagar el desayuno, así que, ni tardo pero sí un poquito perezoso éste viernes me levanté con el objetivo de llegar al periódico a las 8:30 a.m. por lo menos. Quién iba a pensar que de cualquier manera perdería la apuesta. Su servidor circulaba por la calle Rosedale, en Fort Worth (mi terruño adoptivo), hacia el 820. Como todas las mañanas, iba cante y cante: "Reinalda, Reinalda, quítate tu minifalda, que cuando bailas el cumbión, cumbión, ¡se te mira hasta la espaldaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!." Chequé mi retrovisor y escuché la sirena de una patrulla. "JajAJajAJajAJa.... pararon a un pobre imbécil. ¡AH CABRERAS, ES A MÍ!. OK, Aníbal... sereno moreno. No hiciste nada (esta vez), así que no tiene que haber ningún problema". Del vehículo policial descendió un agente con porte de antinarcóticos y un par de cicatrices atravesándole la cara (no es broma, es neta). Se acercó a la ventana de mi carrazo Geo Metro del 96 sin lavar y procedió a aventarse el protocolo correspondiente. - "Good morning Sir. Licence and Insurance please". - "Lles, of curs", le contesté, medio sacado de onda la verdad, porque les juro que no hice nada, no me pasé ningún rojo, traigo los 'stickers' vigentes, manejo como viejito a 20 millas por hora.... nada. Le pasé la licencia y anotó el número de la misma en un papelito. "¿A nombre de quién está el vehículo?", me preguntó el gendarme en inglés. "Pos mío", contesté expresivamente, en inglés también. "Aparentemente usted debe tickets en Garland (?)... permítame". El policía regresó a su vehículo. Después de como 10 minutos, en lo que pensaba qué demonios le iba a invitar de desayuno a Luis, el oficial regresó a echarme un verbo acerca de que yo había tenido unas infracciones en Irving (las cuales fueron hace más de un año y un abogado me echó la mano para solucionar ése problema), y que debía llamar al ayuntamiento de ésta localidad para asegurarme de que todo estaba bien, luego me hizo preguntas acerca de las placas del auto y de los dueños anteriores, hasta que finalmente se dió cuenta de que no le salí con premio y me dejó ir. Luego de ésta aventura de inicio de fin de semana empecé a cavilar y cavilar... si no hice nada, ¿por qué me pararon?. Me negué a pensar que por ser hispano, éso siempre se me había hecho un escape fácil y estúpido de la gente que realmente comete errores o infracciones de tránsito. "Inches policías, no quieren a los mexicanos we, por éso me pararon a mí", he escuchado decir a algunas personas que andan rayando llanta con el estéreo a todo vuelo a bordo de sus camionetotas de película de Mario Almada. Pero luego, por más que me esforcé, ésa razón se aferró a mi cabeza: me habían parado por mi cara de totonaca. "Se llama 'profiling'", me dijo cierta fuente confiable que pa' no balconearlo me abstendré de decir su nombre. "No es legal y la policía nunca va a admitir que lo hace, pero suele pasar. De vez en cuando paran a gente hispana o de raza negra nada más porque sí, dizque por verse sospechosos. Aunque yo siempre he dicho que el 'profiling' no se rige tanto por la raza, sino por la clase social". "¿Clase social?" pregunté perplejo. "¿Osease que a lo mejor influyó el hecho que traigo el pelo un poco largo, barba crecida, camiseta y el carro sucio? ¿Crees tú qué por éso me pararon?". "Pues sí", contestó tajante mi fuente.Para asegurarme que éste asunto del 'profiling' no era paranoia ni leyenda urbana, me puse a buscar información acerca de alguna asociación que combatiera éste tipo de casos (y peores, como los de brutalidad policiaca). Me topé en internet con un web site que se llama www.racialprofilinglegalhelp.com. Los creadores de ésta página de internet la autodefinen como "un proyecto de la iniciativa privada que fue creado como resultado de la preocupación del súbito incremento de la pérdida de las libertades civiles que ha ocurrido desde el 11 de septiembre." La verdad confío en que éste site es legítimo y serio, ya que dentro de su apartado de enlaces tiene conexiones con LULAC y el Consejo Nacional la Raza. Así que, por si sí o por si no, ahí le van una serie de consejos obtenidos directamente de racialprofilinglegalhelp.com por si un oficial llega a pararlo en la calle: 1 Sea respetuoso, no insulte ni se le ponga al brinco al policía. 2 Si le piden la licencia o seguro, provea ambos sin ningún problema. 3 Si le dan un ticket, fírmelo. Si no lo hace lo podrían arrestar. 4 Permanezca en calma y en control de sus palabras, emociones y lenguaje corporal.5 No discuta. Acuérdese de lo que dicen en las películas: "Todo lo que diga puede ser usado en su contra". 6 Mantenga las manos a la vista del policía. 7 No salga de su vehículo ni corra, mucho menos se le ocurra tocar al oficial.8 Si el policía quiere hacerle una prueba del aliento por sospechar que maneja bajo el influjo del alcohol, acepte. Si no la toma le pueden quitar la licencia (además, el que nada debe nada teme, a menos que en realidad sí ande hasta las chanclas). Finalmente, si le pasó como a mí, está en todo su derecho (no importa su estátus migratorio) de pedir el número de placa del policía y su nombre, para después poner una queja. Además, si el oficial que lo detenga anota su número de licencia u otra información en un papelito -también como en mi caso- usted también tiene todo el derecho de decirles que destruyan el pedazo de papel. Acuérdese que en la licencia viene su dirección y si cualquier persona tiene éstos datos en su poder, sabrá Dios que le puede pasar. Por lo pronto ya decidí que voy a lavar el carro más seguido, a ver si así ya no me paran. En lo concerniente a la apariencia, se me hace que me van a volver a detener porque a mucha honra voy a seguir portando con orgullo los rasgos coahuiltecas que me heredaron mis antepasados. ¡Ah, por último y antes de que se me olvide!, nunca le apueste nada a un argentino. Cuando ganan se lo echan a uno en cara cada que tienen oportunidad.Hasta la próxima semana.
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