En una noche de Oscares por demás globalizada, el legendario Martin Scorsese por fin se llevó a su casa la estatuilla al mejor director
Por: Aníbal Díaz González.
Domingo 25 de febrero de 2007. Algunos minutos ya sobrepasaban las 11 de la noche (tiempo del centro) y la ceremonia de galardones fílmicos más importante de
todo el orbe estaba a punto de concluír. Durante poco más de dos horas, un segmento de la comunidad cinematográfica mundial congregada en el teatro Kodak en Hollywood y millones de televidentes alrededor del mundo presenciaron premiaciones predecibles, la gracia de la comediante Ellen DeGeneres y un espectacular
show de sombras chinas. Llegó el momento de anunciar al mejor director. Pasaron al escenario Francis "El Padrino" Ford Coppola, George "Nopuedovivirsinefectosespeciales" Lucas y
Steven "todo mundo me conoce" Spielberg. Después de una retahíla de chistes malos propios de los anfitriones que están a punto de entregar un premio, se anunciaron los nominados:Clint Eastwood - "Letters from Iwo Jima". Stephen Frears - "The Queen". Alejandro González Iñárritu - "Babel". Paul Greengrass - "United 93". Martin Scorsese - "The Departed".Spielberg toma el clásico sobre (y que eternamente se niega a ser abierto) con el nombre del ganador y acerca su boca al micrófono. Los fanáticos de "Taxi Driver" y "Buenos Muchachos" soltamos un respiro de alvio: "Martin Scorsese", anuncia Spielberg. Menudo y espontáneo, Scorsese levanta las manos en una señal que parece decir "al fin, carajo" y se dirige al podio, no sin antes celebrar junto a sus acompañantes, entre ellos Leonardo DiCaprio y Mark Whalberg, dos de los protagonistas de "The Departed". La caminata triunfal de Scorsese inicia al mismo
tiempo que las cámaras televisivas se abalanzan sobre la audiencia del teatro Kodak: DiCaprio aplaude enérgicamente con una alegría desbordante, González Iñárritu pone cara de compungido, Eastwood, Frears y Greengrass sonríen y aplauden con aparente sinceridad y tras bambalinas Jack Nicholson -también del elenco de "The Departed" y con un look similar al de Britney Spears- junta sus palmas eufóricamente.Scorsese recibe su premio entre abrazos y palabras de aliento de Coppola, Lucas y Spielberg mientras toda una audiencia lo ovaciona de pie, pero eso no era todo. Momentos después se anuncia la cereza del pastel: el Oscar de mejor película se va también para "The Departed". La ceremonia concluye y el cineasta se
va a celebrar junto a los demás ganadores.Cabe mencionar que al recibir el premio, Scorsese volvió a levantar las manos en señal de "¡por fin!", gesto correspondido por sus fanáticos. Y es que la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas ya se había tardado en reconocer su trabajo como director. Ya había sido nominado cinco veces (por "Toro Salvaje", "La Ultima Tentación de Cristo", "Buenos Muchachos", "Pandillas de Nueva York" y "El Aviador"), pero la estatuilla lo driblaba, le coqueteaba, 'le hacía ojitos'... pero hasta ahí. Lo bueno fue que la noche del domingo pasado demostró que no hay sexto malo y el maestro Scorsese por fin la hizo suya. Y es que la influencia del director es innegable en el cine contemporáneo: Gracias a él, gente como Robert DeNiro y Joe Pesci se convirtieron en grandes íconos de la pantalla grande; sus épicas de la mafia definieron toda una época; los diálogos en sus cintas se niegan a dejar la memoria colectiva de los cinéfilos de hueso colorado (el "Are you talkin' to me?", de DeNiro en "Taxi Driver" es una de las frases más imitadas y repetidas en el cine moderno); y demostró que el vivir de Hollywood no significa comprometer su arte a cambio de un cine complaciente y dominguero. A "The Departed" se le ha calificado como la mejor cinta de mafiosos desde "Buenos Muchachos", pero tengo fe en que dentro de muy pronto éste comparativo quedará obsoleto. Con casi 65 años de edad y varios proyectos en puerta, sé que Scorsese volverá a la carga con nuevas historias y nuevos personajes que seguramente -al igual que él- serán convertidos en leyendas. No hay por que preocuparse. Hay Martin para rato.
Domingo 25 de febrero de 2007. Algunos minutos ya sobrepasaban las 11 de la noche (tiempo del centro) y la ceremonia de galardones fílmicos más importante de
todo el orbe estaba a punto de concluír. Durante poco más de dos horas, un segmento de la comunidad cinematográfica mundial congregada en el teatro Kodak en Hollywood y millones de televidentes alrededor del mundo presenciaron premiaciones predecibles, la gracia de la comediante Ellen DeGeneres y un espectacular
show de sombras chinas. Llegó el momento de anunciar al mejor director. Pasaron al escenario Francis "El Padrino" Ford Coppola, George "Nopuedovivirsinefectosespeciales" Lucas y
Steven "todo mundo me conoce" Spielberg. Después de una retahíla de chistes malos propios de los anfitriones que están a punto de entregar un premio, se anunciaron los nominados:Clint Eastwood - "Letters from Iwo Jima". Stephen Frears - "The Queen". Alejandro González Iñárritu - "Babel". Paul Greengrass - "United 93". Martin Scorsese - "The Departed".Spielberg toma el clásico sobre (y que eternamente se niega a ser abierto) con el nombre del ganador y acerca su boca al micrófono. Los fanáticos de "Taxi Driver" y "Buenos Muchachos" soltamos un respiro de alvio: "Martin Scorsese", anuncia Spielberg. Menudo y espontáneo, Scorsese levanta las manos en una señal que parece decir "al fin, carajo" y se dirige al podio, no sin antes celebrar junto a sus acompañantes, entre ellos Leonardo DiCaprio y Mark Whalberg, dos de los protagonistas de "The Departed". La caminata triunfal de Scorsese inicia al mismo
tiempo que las cámaras televisivas se abalanzan sobre la audiencia del teatro Kodak: DiCaprio aplaude enérgicamente con una alegría desbordante, González Iñárritu pone cara de compungido, Eastwood, Frears y Greengrass sonríen y aplauden con aparente sinceridad y tras bambalinas Jack Nicholson -también del elenco de "The Departed" y con un look similar al de Britney Spears- junta sus palmas eufóricamente.Scorsese recibe su premio entre abrazos y palabras de aliento de Coppola, Lucas y Spielberg mientras toda una audiencia lo ovaciona de pie, pero eso no era todo. Momentos después se anuncia la cereza del pastel: el Oscar de mejor película se va también para "The Departed". La ceremonia concluye y el cineasta se
va a celebrar junto a los demás ganadores.Cabe mencionar que al recibir el premio, Scorsese volvió a levantar las manos en señal de "¡por fin!", gesto correspondido por sus fanáticos. Y es que la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas ya se había tardado en reconocer su trabajo como director. Ya había sido nominado cinco veces (por "Toro Salvaje", "La Ultima Tentación de Cristo", "Buenos Muchachos", "Pandillas de Nueva York" y "El Aviador"), pero la estatuilla lo driblaba, le coqueteaba, 'le hacía ojitos'... pero hasta ahí. Lo bueno fue que la noche del domingo pasado demostró que no hay sexto malo y el maestro Scorsese por fin la hizo suya. Y es que la influencia del director es innegable en el cine contemporáneo: Gracias a él, gente como Robert DeNiro y Joe Pesci se convirtieron en grandes íconos de la pantalla grande; sus épicas de la mafia definieron toda una época; los diálogos en sus cintas se niegan a dejar la memoria colectiva de los cinéfilos de hueso colorado (el "Are you talkin' to me?", de DeNiro en "Taxi Driver" es una de las frases más imitadas y repetidas en el cine moderno); y demostró que el vivir de Hollywood no significa comprometer su arte a cambio de un cine complaciente y dominguero. A "The Departed" se le ha calificado como la mejor cinta de mafiosos desde "Buenos Muchachos", pero tengo fe en que dentro de muy pronto éste comparativo quedará obsoleto. Con casi 65 años de edad y varios proyectos en puerta, sé que Scorsese volverá a la carga con nuevas historias y nuevos personajes que seguramente -al igual que él- serán convertidos en leyendas. No hay por que preocuparse. Hay Martin para rato.