Por: Aníbal Díaz González
Hace algunas semanas, durante una típica y volcánica tarde de verano texana, mientras manejaba por carretera hacia mi casa escuché un ruido que vencía a los graznidos
del cantante que salían de las bocinas del estéreo de mi auto. -"¡Ah canijo!"-, pensé para mis adentros, -"creo que algo anda mal"-. Aún así continué ignorando las señales de
auxilio de mi carro, y seguí circulando sobre la autopista 30, cerca de Grand Praire, entre Dallas y Fort Worth.
De pronto, vi que del lado derecho de mi automóvil estaban saliendo chispitas. "¡¡DESCUBRI UNA MAQUINA DEL TIEMPO COMO LA DE "VOLVER AL FUTURO!!"... ¡¡EUREKA!!", exclamé emocionado. -"Ahorita esta cosa hace implosión y voy a ver carros voladores"-, pero no. No descubrí el invento que a Michael J. Fox le daría ganancias durante tres filmes, sino algo más terrenal: se me había ponchado una llanta y de ésta sólo quedaba el rin. Me orillé.
Esperanzado, revisé la cajuela de mi auto y afortunadamente encontré un gato (para las personas que son más neófitas que yo hacia los asuntos de mecánica cabe aclarar que el gato en cuestión era de los que levantan coches, no un pariente de Garfield), y una herramienta de esas que sirven para quitar las tuercas de las llantas (en México les decimos crucetas, no sé en su país).
Como Dios me dió a entender procedí a levantar el auto con el gato, al momento que le llamaba a mi tía Rosa para que mandara ayuda. -"The number that you have dialed is not available right now. Please..."- me dijo la máquina contestadora. Dammit.
En ese preciso momento se orilló un coche frente al mío, aparentemente un buen samaritano que me prestaría su desinteresada asistencia. -"I will charge you $25 dollars to help you get back on the road"-, fueron las primeras palabras que salieron de su boca. -"¿¿¡¡WHAAAT??!!"-, le contesté discretamente a esta "alma caritativa", quien procedió a entregarme su tarjeta de presentación para posteriormente marcharse en su auto.
Dispuse una de las puntas de la cruceta sobre el rin de la llanta. Empujé. Di vuelta. Recé. Le recordé a su mamá como 20 veces. Pujé. Me puse rojo. Me paré sobre la cruceta como acróbata del Cirque Du Solei. Repetí este ritual un par de veces más y logré sacar UNA de las tuercas. Faltan cuatro. Volví a usar la misma técnica, que gracias al cielo resultó ser efectiva en una tuerca más. Marcador hasta el momento: Conductor frustrado: 2, Llanta Ponchada: 2.
Estamos empatados.
Volví a llamar a mi tía y la contestadora me volvió a saludar. Desanimado, le dejé un mensaje. A falta de la caballería de los parientes, hubo que recurrir a una nación aliada: le hablé Luis, mi amigo el argentino, quien llegó 30 minutos después. Uniendo fuerzas, el coterráneo de Sandro de América y yo sacamos una tuerca más, pero aún teníamos que encarar nuestro reto más difícil: la última tuerca, aquella que siempre es la más conflictiva, la más dura de aflojar, la Bruce Willis de las tuercas.
Colocamos una de las puntas de la cruceta sobre mi enemiga. Empujamos. Dimos vuelta. Rezamos. Le recordamos a su mamá como 40 veces. Pujamos. Nos pusimos rojos. Luis se paró con sus 200 libras de rocanrol sobre la cruceta como acróbata del Circo Atayde. Repetimos el ritual un par de veces más y nada... Luis se tuvo que ir. Otra vez me quedé solo.
En eso, en el horizonte alcancé a ver una camioneta que parecía vehículo de la NASA. De ella descendieron un par de individuos con uniforme con detalles verdes. "¡Diosito Santo!... ¡¡LA MIGRA!!.. ¡a correr!", grité espantado, pero antes de arrancar a toda velocidad alcancé a ver un logotipo que decía "Road Assistance. City of Dallas, Texas". Respiré aliviado, recuperé la compostura y me acerqué hacia uno de mis más recientes visitantes para contarle los detalles del percance. El... ¿oficial? me escuchaba atentamente con cara de héroe de película diciendo "don't worry, we'll take care of this", mientras se inclinaba a quitar la aguerrida tuerca.
Colocó una de las puntas de la cruceta sobre ese pequeño pedacito de metal que en ese momento seguía siendo más rudo que Stallone en sus mejores épocas. Empujó. Dió vuelta. Rezó. Le recordó a su mamá como 80 veces. Pujó. Se puso rojo. Me dijo que me parara sobre la cruceta como acróbata del Ringling Brothers. Repetimos este ritual un par de veces más y la tuerca no cedió. Ambos empleados gubernamentales se dieron por vencidos. Me abandonaron.
La noche estaba por caer, igual que mis esperanzas de salir de ésta. Veía impávido a los demás conductores, felices, sonrientes, pasando a toda velocidad junto a mí, ajenos a mi dolor, a mi desesperación, a mi extrema frustración de saber que los impuestos que pago no alcanzan para que los de la patrulla de asistencia tengan las herramientas adecuadas para poder ayudar a alguien como yo, una persona que de mecánica sabe lo mismo que Britney Spears sabe acerca de maternidad.
Exahusto, sediento, sudoroso y acabado, me recosté en el asiento trasero de mi auto. Como 20 minutos después, mis oídos no daban crédito a lo que inmediatamente confirmarían mis ojos: escuché la voz de mi tío Pancho, quien había recibido una llamada de mi tía Rosa contándole mi odisea para después dirigirse presto a la escena del siniestro. Lo acompañaba mi tío Pelón, quien sin más procedió a bombardearme con una serie de "hubieras": "Te hubieras esperado a que contestara tu tía", "no hubieras barrido la tuerca", "hubieras cargado mejores herramientas", y muchos éxitos más de esta popular colección de regaños. Casi le digo "si hubieras usado shampoo contra la calvicie no tuvieras el apodo por el que todo mundo te conoce", pero me contuve, no quería empeorar las cosas. En cambio mi tío Pancho, haciendo gala del calificativo "frío y calculador", se acercó a la llanta. La observó, le aplicó el muy querido aceite "aflojatodo" y, utlizando un raro combo que consistió en un zanco para construcción, un desarmador, un martillo y una palanca, liberó a mi llanta de la maldita tuerca. Todos gritamos eufóricos y felices, al tiempo que llegábamos a la conclusión de esta aventura.
Cambiamos el neumático y regresamos con aire triunfal a casa, dejando atrás asfalto caliente, pedazos de hule quemado y conductores orillados en el camino por sus propios problemas.
miércoles, 8 de agosto de 2007
jueves, 17 de mayo de 2007
La epidemia vuelve a atacar
Juan Carlos Fresnadillo, director de “28 Weeks Later”, el nuevo filme de terror que se estrena ésta semana, brindó una entrevista para La Orilla del Sarten
Por: Aníbal Díaz González
Han pasado 6 meses (o 28 semanas), desde que el virus “Rage”, una extraña enfermedad que convierte a sus portadores en seres extremadamente violentos, se esparciera sobre la ciudad de Londres. La Armada de los Estados Unidos ha restaurado el orden en la urbe británica y se encuentra repoblando la ciudad que continúa en estado de cuarentena. Mientras el primer grupo de refugiados vuelve a la ciudad, una familia por fin puede reunirse… pero uno de sus miembros porta el virus sin saberlo. La enfermedad aún no está muerta, y esta vez es más peligrosa que nunca.
Esta es la trama de “28 Weeks Later”, la nueva película del director español Juan Carlos Fresnadillo y que sirve de secuela a “28 Days Later”, filme británico de terror que se estrenara en 2002 y gozara de un éxito impresionante alrededor del mundo, casi elevándolo a nivel de película de culto gracias a las impresionantes escenas filmadas en una Londres desierta y a su innovador giro a la clásica primicia de las películas de zombies. Juan Carlos es un multipremiado cineasta, guionista y productor, y es conocido principalmente por su filme “Intacto”, en el que deja ver su amor por la corriente del realismo mágico (la mezcla de elementos de realidad con ficción exagerada). Fresnadillo ofreció una breve entrevista vía telefónica desde Miami en la que
habló sobre la trama del filme, por qué no lo considera una cinta de terror y más.
Anibal Diaz Gonzalez: Como cinéfilo… ¿Qué es lo que te atrae del género del terror?
Juan Carlos: Bueno, antes que nada quisiera aclarar que no considero a “28 Weeks Later” una película de terror. Tiene una dimensión que vá más allá, es un thriller postapocalíptico que presenta un escenario en el que la humanidad se enfrenta a una amenaza tremenda, un virus que podría destruír nuestra realidad por completo. Lo que me atrajo de la trama de “28 weeks later” fue cómo algo tan microscópico podría erradicar la sociedad como la conocemos. También está el lado humano de la trama, todos los obstáculos que tiene que sobrepasar la familia protagonista para sobrevivir al virus y las relaciones y conflictos entre ellos. Todo esto se me hizo muy atractivo.
AD: Varias escenas de la primer película fueron filmadas con video digital, lo que provocó que tuviera un ‘feeling’ de cine independiente que resultó muy atractivo en su momento... ¿qué tanto de ese sentimiento permanece en “28 Weeks later”?
JC: Lo que intenté fue acercarme a la premisa de la reconstrucción de Inglaterra. Entre el productor, el guionista y yo quisimos plantear la historia como un documental del proceso de reconstrucción de un país, para darle un sentimiento de realismo mayor al filme, así que ese 'feeling' de película independiente permanece también en la segunda parte.
AD:Como director... ¿que tan fácil o que tan difícil puede resultar el tomar las riendas de una secuela de una franquicia en la que no habías trabajado antes?
JC: Por supuesto que representa un reto, un desafío, la primera película tuvo mucho éxito, así que las expectativas y el interés sobre la segunda parte son muy altos. De cualquier manera tuve la suerte de contar con la bendición de Danny Boyle (director de la original) para hacer una película diferente, nueva y especial. Cuando me invitaron a formar parte del proyecto no pude evitar preguntarme, “¿por qué a mí?” (risas)... Danny me dijo que lo que necesitaban unos ojos nuevos que vieran esta historia de una manera diferente, así que eso fue lo que me tranquilizó.
AD: Sé que te apasiona la corriente del realismo mágico.. ¿de qué manera aplicaste esta pasión al dirigir “28 Weeks Later”?
JC: Pues de hecho ahora fue al revés, el lado realista fue el que “tiró” de mí. Al tratar un tema tan delicado, ésta película tenía que ser realista. Un tema tan complicado como la epidemia de un virus mortal (que sí podría ocurrir en realidad) tenía que ser tratado de ésta manera.
“28 Weeks Later” se estrena este viernes 11 de mayo y está clasificada R por violencia, lenguaje y breve contenido sexual.
www.anibaldiazgonzalez.blogspot.com
Por: Aníbal Díaz González
Han pasado 6 meses (o 28 semanas), desde que el virus “Rage”, una extraña enfermedad que convierte a sus portadores en seres extremadamente violentos, se esparciera sobre la ciudad de Londres. La Armada de los Estados Unidos ha restaurado el orden en la urbe británica y se encuentra repoblando la ciudad que continúa en estado de cuarentena. Mientras el primer grupo de refugiados vuelve a la ciudad, una familia por fin puede reunirse… pero uno de sus miembros porta el virus sin saberlo. La enfermedad aún no está muerta, y esta vez es más peligrosa que nunca.
Esta es la trama de “28 Weeks Later”, la nueva película del director español Juan Carlos Fresnadillo y que sirve de secuela a “28 Days Later”, filme británico de terror que se estrenara en 2002 y gozara de un éxito impresionante alrededor del mundo, casi elevándolo a nivel de película de culto gracias a las impresionantes escenas filmadas en una Londres desierta y a su innovador giro a la clásica primicia de las películas de zombies. Juan Carlos es un multipremiado cineasta, guionista y productor, y es conocido principalmente por su filme “Intacto”, en el que deja ver su amor por la corriente del realismo mágico (la mezcla de elementos de realidad con ficción exagerada). Fresnadillo ofreció una breve entrevista vía telefónica desde Miami en la que
habló sobre la trama del filme, por qué no lo considera una cinta de terror y más.
Anibal Diaz Gonzalez: Como cinéfilo… ¿Qué es lo que te atrae del género del terror?
Juan Carlos: Bueno, antes que nada quisiera aclarar que no considero a “28 Weeks Later” una película de terror. Tiene una dimensión que vá más allá, es un thriller postapocalíptico que presenta un escenario en el que la humanidad se enfrenta a una amenaza tremenda, un virus que podría destruír nuestra realidad por completo. Lo que me atrajo de la trama de “28 weeks later” fue cómo algo tan microscópico podría erradicar la sociedad como la conocemos. También está el lado humano de la trama, todos los obstáculos que tiene que sobrepasar la familia protagonista para sobrevivir al virus y las relaciones y conflictos entre ellos. Todo esto se me hizo muy atractivo.
AD: Varias escenas de la primer película fueron filmadas con video digital, lo que provocó que tuviera un ‘feeling’ de cine independiente que resultó muy atractivo en su momento... ¿qué tanto de ese sentimiento permanece en “28 Weeks later”?
JC: Lo que intenté fue acercarme a la premisa de la reconstrucción de Inglaterra. Entre el productor, el guionista y yo quisimos plantear la historia como un documental del proceso de reconstrucción de un país, para darle un sentimiento de realismo mayor al filme, así que ese 'feeling' de película independiente permanece también en la segunda parte.
AD:Como director... ¿que tan fácil o que tan difícil puede resultar el tomar las riendas de una secuela de una franquicia en la que no habías trabajado antes?
JC: Por supuesto que representa un reto, un desafío, la primera película tuvo mucho éxito, así que las expectativas y el interés sobre la segunda parte son muy altos. De cualquier manera tuve la suerte de contar con la bendición de Danny Boyle (director de la original) para hacer una película diferente, nueva y especial. Cuando me invitaron a formar parte del proyecto no pude evitar preguntarme, “¿por qué a mí?” (risas)... Danny me dijo que lo que necesitaban unos ojos nuevos que vieran esta historia de una manera diferente, así que eso fue lo que me tranquilizó.
AD: Sé que te apasiona la corriente del realismo mágico.. ¿de qué manera aplicaste esta pasión al dirigir “28 Weeks Later”?
JC: Pues de hecho ahora fue al revés, el lado realista fue el que “tiró” de mí. Al tratar un tema tan delicado, ésta película tenía que ser realista. Un tema tan complicado como la epidemia de un virus mortal (que sí podría ocurrir en realidad) tenía que ser tratado de ésta manera.
“28 Weeks Later” se estrena este viernes 11 de mayo y está clasificada R por violencia, lenguaje y breve contenido sexual.
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lunes, 30 de abril de 2007
Un superhéroe se columpiaba...
dose hacia los millones de billetes verdes en las taquillas. Spiderman 3
llegará a las pantallas el próximo viernes 4 de mayo con más explosiones, más personajes, más drama y más entretenido que nunca
Por: Aníbal Díaz GonzálezHabía una vez un perplejo y despistado joven llamado Peter Parker. Era huérfano, tímido y el típico nerd de su escuela, hasta que un día una araña radioactiva o algo así le picó y le dió poderes similares a las habilidades naturales de este insecto, convirtiéndose así en uno de los superhéroes más emblemáticos de la cultura pop gringa: Spiderman. Como a todo buen superhéroe de cómic ya le tocó que Hollywood le patrocinara su versión en la pantalla de plata, y éste próximo viernes 4 de mayo se estrenará la tercera parte de esta franquicia, siempre bien recibida por los fans de la historieta y el público en general. En pocas palabras, déjeme decirle que el filme está excelente, reúne todas las características de todo buen éxito taquillero y comercial: bombazos, personajes carismáticos y efectos especiales de primer nivel. En muchas palabras, ahí le voy. Spiderman 2 dejó al público con un final de cuento de hadas, en el que Peter Parker/Spiderman (Tobey McGuire), le revela por fin a la chica de sus sueños, Mary Jane Watson (Kirsten Dunst), que él es la persona detrás de la máscara del héroe arácnido. La doncella en cuestión le dice que no hay pez, que está dispuesta a correr el riesgo de ser raptada por científicos locos o algún otro "supervillano" con tal de estar con el dueño de sus quincenas. Peter es feliz como una lombriz y le jura amor eterno a la chamaca. ¿Ya la armaron, no?... ¿felices para siempre, verdad?... ¡PUES NO ES CIERTO! (ájale... perdón si soné como Adal Ramones).En esta tercera entrega, Peter y Mary Jane lidian con media tonelada de problemas. Por un lado, Mary Jane sigue tratando de sacar adelante su sueño de ser actriz en Broadway, ilusión que se ve truncada cuando es despedida en la puesta teatral de la cual era protagonista. Peter, por su parte, trata de seguir vendiendo fotos de Spiderman al Diario "El Clarín", pero si antes era difícil convencer al editor del periódico (JK Simmons) para que le comprara sus imágenes, ahora le será casi imposible al enfrentarse a un rival laboral, Eddie Brock (Topher Grace), un fotógrafo medio tranza y sin escrúpulos que hará cualquier cosa por conseguir un trabajo de planta en el diario. Por otro lado, Spiderman sigue siendo perseguido por un nuevo Duende Verde (James Franco), quien busca vengar la muerte de su padre el Duende original (William Dafoe), aparentemente a manos del superhéroe. A la lista de villanos se suma Sandman (Thomas Hayden Church), un ladrón de poca monta que esconde un trágico secreto y quien después de un accidente genético adquiere el poder de transformar cualquier parte de su cuerpo en arena. Por último, pero no menos importante, está uno de los villanos favoritos de los fans, Venom, una extraña criatura que se forma de la simbiosis entre una sustancia espacial (que antes le diera más poder y corrompiera a Peter) y Eddie Brock. A ambos personajes los une su odio por Spiderman y Parker y no se detendrán hasta eliminarlo de la faz de la tierra, no sin antes "surtirle" en donde más le duele. Como espectador y lector esporádico de cómics, lo que siempre me ha gustado de Spiderman es que su parte humana, Peter, es como cualquier hijo de vecina. A diferencia de Batman, quien es un millonetas que sale de cualquier apuro gracias a su chequera, o Superman que con su acto de reportero torpe le saca la vuelta a las cosas, Parker tiene problemas "normales": broncas con la novia o con los amigos, no completa para sus gastos, tiene que preocuparse por sacar adelante sus estudios, en fin, lo que cualquiera de nosotros puede estar enfrentando en la cotidianeidad diaria. Este recurso es explotado con la cantidad exacta durante el filme, provocando que el público ría, se sorprenda y hasta se preocupe por lo que pasa con los protagonistas. McGuire y Dunst siguen sin perder esa enorme química que los une en la pantalla, y los personajes secundarios como los interpretados por Franco, Church y Brock proveen el balance suficiente para hacer de esta cinta un deleite telenovelero. Mención aparte merece Bryce Dallas Howard, una bellísima (y poco conocida) actriz que interpreta a Gwen Stacy, una bella modelo que se convierte en una tentación para Peter y quien de manera no intencional ocasiona problemas en la relación entre él y Mary Jane. En cuanto a las intenciones de aventura y emoción, Spiderman 3 cumple y cumple bien. Los obligatorios efectos especiales sumergen a los espectadores en varias secuencias de pelea y acción que mantienen al público al filo de su asiento y con ganas de pedir más. Los efectos del cuerpo de Sandman al desbaratarse en el aire o al disolverse en agua son extremadamente detallados, así como las animaciones de la sustancia negra al unirse y separarse de Peter o cuando se convierte en Venom. Como que se alcanza a oler por lo menos una nominación al Oscar por mejores efectos especiales. En resúmen, Spiderman 3 es una película extremadamente entretenida y supera a las dos anteriores en todos los aspectos: mejor trama, más acción, mayor carisma y una gracia inigualable. Altamente recomendable.
jueves, 19 de abril de 2007
Entre estados de coma, risas y breakdance: "Kickin' it Old School"
Por: Aníbal Díaz González
Ah... los ochenta. Para muchos la década de melenas largas, modas ridículas y el apogeo de los videos musicales. Pero para Justin "Zapatos de Cohete" Schumacher (Jamie Kennedy), 1985 representaba más que eso. Con una habilidad impresionante para el baile y 12 años de edad a cuestas, Justin podía ganarse el corazón de cualquier muchacha de su escuela, y acompañado de su banda, "The Funky Fresh Boys", daba cátedra de breakdance en cuanto lugar se apareciera. Desgraciadamente su buena racha termina cuando durante un concurso de talentos de la escuela Justin hace un giro de cabeza combinado con un giro de espalda que lo lanza fuera del escenario, provocándose un coma que lo mantendría fuera de la jugada (y a sus padres pagando enormes cuentas de hospital) durante más de 20 años. Llega el 2007 y Justin despierta milagrosamente después de escuchar unas tonadas ochenteras. Shumacher, ahora treintón, se enfrenta con varios problemas: está congelado en el tiempo, tiene el espíritu de un adolescente dentro del cuerpo de un adulto y sus papás están con las deudas de servicios médicos hasta el cuello. Para ayudarlos -y recuperar el amor de su chica, Jennifer, (Maria Menounos)- , "Zapatos de Cohete" reune a "The Funky Fresh Boys" (quienes están demasiado oxidados y lidian con sus propios problemas) para participar en un concurso de baile en el que el premio principal son $100,000 dólares.
Esta es la trama de "Kickin' it Old School", una nueva comedia protagonizada por Jamie Kennedy y que cuenta con la participación de gente como María Menounos (el amor de "Zapatos de Cohete"), Michael Rosembaum (el 'malo' de la historia) y Miguel A. Nuñez (uno de los "Funky Fresh Boys"). Kennedy ha aparecido en filmes como "Scream", "Enemy of the State" y "Malibu's Most Wanted". Actualmente es uno de los actores cómicos más solicitados y queridos de Hollywood. Miguel A. Nuñez Jr. es descendiente de dominicanos. Ha participado en comedias como "What's Happening", "Scooby Doo" y "Juwanna Mann", donde interpreta el papel que lo lanzó a la fama. Ambos platicaron con El Heraldo News vía teléfonica desde Miami acerca de pasos de baile, recuerdos de los 80's y batallas de breakdance vs Zombies.
¿Qué fue lo que les atrajo de la historia?
Jamie: El hecho de estar reviviendo los 80's en sí... la película tiene toneladas de referencias a la época, la moda, la música.. fue muy divertido y emocionante hacer un proyecto como éste.
Siendo ésta una película en la que el baile juega un papel tan importante, ¿tuvieron algún tipo de preparación especial o de plano sólo "se aventaron al ruedo"?
Jamie: Tuvimos varios coreógrafos de breakdance, era prácticamente un campo militar de baile. Nos ejercitábamos todos los días, practicábamos las coreografías y veíamos muchas películas de los 80's.
Miguel: Hace años estuve en una serie de TV basada en la Guerra de Vietnam, y nada de lo que hice en ese momento se compara con lo difícil que es bailar breakdance (risas).
En la película aparecen muchos íconos ochenteros como Erik Estrada y David Hasselhoff (estrella de "El Auto Increíble")... ¿hay alguien más a quien les hubiera gustado incluír pero que no les haya sido posible invitarlo?
J: No... la verdad es que tenemos una alineación de ensueño, logramos juntar un "dream team" de los ochenta. Fuimos muy afortunados de contar con tantas leyendas.
¿Con cuál de estas leyendas se llevaron mejor?
J: Emmanuel Lewis (el protagonista de la serie “Webster”) es "mi compa". Lo adoro, es muy buena onda.
M: A mi me hubiera gustado pasar tiempo con Prince... siempre consigue chavas muy guapas (risas).
¿Cuál es el mejor recuerdo que tienen de los 80's?
J: Juntarme a bailar breakdance con mis amigos, ir a las 'maquinitas', ver las películas de John Hughes, en fin... las películas, los juegos, todo lo de la época me gusta mucho.
M: Todo el mundo se concentraba en pasársela bien, andar en la playa, convivir con los amigos... no había guerra, había fiestas sin parar en Miami, L.A... era puro amor entre todo el mundo.
En nuestros días... ¿quién creen que ganaría en una competencia de baile, los chavos que salieron de zombies en el video de "Thriller" de Michael Jackson o "The Funky Fresh Boys"?
(Ambos sueltan una sonora carcajada)
J: Pues en la vida real, los chavos que se vistieron de zombies... pero yo escribiría un guión para que ganáramos nosotros.
M: Sí.. ellos. Pero creo que si nos esforzamos les podemos ganar. Ya sabemos como "mover el bote".
"Kickin' it Old School" se estrena el próximo viernes 27 de abril y está clasificada “PG-13” por lenguaje fuerte, uso de drogas, contenido sexual y algo de violencia..
Ah... los ochenta. Para muchos la década de melenas largas, modas ridículas y el apogeo de los videos musicales. Pero para Justin "Zapatos de Cohete" Schumacher (Jamie Kennedy), 1985 representaba más que eso. Con una habilidad impresionante para el baile y 12 años de edad a cuestas, Justin podía ganarse el corazón de cualquier muchacha de su escuela, y acompañado de su banda, "The Funky Fresh Boys", daba cátedra de breakdance en cuanto lugar se apareciera. Desgraciadamente su buena racha termina cuando durante un concurso de talentos de la escuela Justin hace un giro de cabeza combinado con un giro de espalda que lo lanza fuera del escenario, provocándose un coma que lo mantendría fuera de la jugada (y a sus padres pagando enormes cuentas de hospital) durante más de 20 años. Llega el 2007 y Justin despierta milagrosamente después de escuchar unas tonadas ochenteras. Shumacher, ahora treintón, se enfrenta con varios problemas: está congelado en el tiempo, tiene el espíritu de un adolescente dentro del cuerpo de un adulto y sus papás están con las deudas de servicios médicos hasta el cuello. Para ayudarlos -y recuperar el amor de su chica, Jennifer, (Maria Menounos)- , "Zapatos de Cohete" reune a "The Funky Fresh Boys" (quienes están demasiado oxidados y lidian con sus propios problemas) para participar en un concurso de baile en el que el premio principal son $100,000 dólares.
Esta es la trama de "Kickin' it Old School", una nueva comedia protagonizada por Jamie Kennedy y que cuenta con la participación de gente como María Menounos (el amor de "Zapatos de Cohete"), Michael Rosembaum (el 'malo' de la historia) y Miguel A. Nuñez (uno de los "Funky Fresh Boys"). Kennedy ha aparecido en filmes como "Scream", "Enemy of the State" y "Malibu's Most Wanted". Actualmente es uno de los actores cómicos más solicitados y queridos de Hollywood. Miguel A. Nuñez Jr. es descendiente de dominicanos. Ha participado en comedias como "What's Happening", "Scooby Doo" y "Juwanna Mann", donde interpreta el papel que lo lanzó a la fama. Ambos platicaron con El Heraldo News vía teléfonica desde Miami acerca de pasos de baile, recuerdos de los 80's y batallas de breakdance vs Zombies.
¿Qué fue lo que les atrajo de la historia?
Jamie: El hecho de estar reviviendo los 80's en sí... la película tiene toneladas de referencias a la época, la moda, la música.. fue muy divertido y emocionante hacer un proyecto como éste.
Siendo ésta una película en la que el baile juega un papel tan importante, ¿tuvieron algún tipo de preparación especial o de plano sólo "se aventaron al ruedo"?
Jamie: Tuvimos varios coreógrafos de breakdance, era prácticamente un campo militar de baile. Nos ejercitábamos todos los días, practicábamos las coreografías y veíamos muchas películas de los 80's.
Miguel: Hace años estuve en una serie de TV basada en la Guerra de Vietnam, y nada de lo que hice en ese momento se compara con lo difícil que es bailar breakdance (risas).
En la película aparecen muchos íconos ochenteros como Erik Estrada y David Hasselhoff (estrella de "El Auto Increíble")... ¿hay alguien más a quien les hubiera gustado incluír pero que no les haya sido posible invitarlo?
J: No... la verdad es que tenemos una alineación de ensueño, logramos juntar un "dream team" de los ochenta. Fuimos muy afortunados de contar con tantas leyendas.
¿Con cuál de estas leyendas se llevaron mejor?
J: Emmanuel Lewis (el protagonista de la serie “Webster”) es "mi compa". Lo adoro, es muy buena onda.
M: A mi me hubiera gustado pasar tiempo con Prince... siempre consigue chavas muy guapas (risas).
¿Cuál es el mejor recuerdo que tienen de los 80's?
J: Juntarme a bailar breakdance con mis amigos, ir a las 'maquinitas', ver las películas de John Hughes, en fin... las películas, los juegos, todo lo de la época me gusta mucho.
M: Todo el mundo se concentraba en pasársela bien, andar en la playa, convivir con los amigos... no había guerra, había fiestas sin parar en Miami, L.A... era puro amor entre todo el mundo.
En nuestros días... ¿quién creen que ganaría en una competencia de baile, los chavos que salieron de zombies en el video de "Thriller" de Michael Jackson o "The Funky Fresh Boys"?
(Ambos sueltan una sonora carcajada)
J: Pues en la vida real, los chavos que se vistieron de zombies... pero yo escribiría un guión para que ganáramos nosotros.
M: Sí.. ellos. Pero creo que si nos esforzamos les podemos ganar. Ya sabemos como "mover el bote".
"Kickin' it Old School" se estrena el próximo viernes 27 de abril y está clasificada “PG-13” por lenguaje fuerte, uso de drogas, contenido sexual y algo de violencia..
lunes, 26 de febrero de 2007
La sexta es la vencida
En una noche de Oscares por demás globalizada, el legendario Martin Scorsese por fin se llevó a su casa la estatuilla al mejor director
Por: Aníbal Díaz González.
Domingo 25 de febrero de 2007. Algunos minutos ya sobrepasaban las 11 de la noche (tiempo del centro) y la ceremonia de galardones fílmicos más importante de
todo el orbe estaba a punto de concluír. Durante poco más de dos horas, un segmento de la comunidad cinematográfica mundial congregada en el teatro Kodak en Hollywood y millones de televidentes alrededor del mundo presenciaron premiaciones predecibles, la gracia de la comediante Ellen DeGeneres y un espectacular
show de sombras chinas. Llegó el momento de anunciar al mejor director. Pasaron al escenario Francis "El Padrino" Ford Coppola, George "Nopuedovivirsinefectosespeciales" Lucas y
Steven "todo mundo me conoce" Spielberg. Después de una retahíla de chistes malos propios de los anfitriones que están a punto de entregar un premio, se anunciaron los nominados:Clint Eastwood - "Letters from Iwo Jima". Stephen Frears - "The Queen". Alejandro González Iñárritu - "Babel". Paul Greengrass - "United 93". Martin Scorsese - "The Departed".Spielberg toma el clásico sobre (y que eternamente se niega a ser abierto) con el nombre del ganador y acerca su boca al micrófono. Los fanáticos de "Taxi Driver" y "Buenos Muchachos" soltamos un respiro de alvio: "Martin Scorsese", anuncia Spielberg. Menudo y espontáneo, Scorsese levanta las manos en una señal que parece decir "al fin, carajo" y se dirige al podio, no sin antes celebrar junto a sus acompañantes, entre ellos Leonardo DiCaprio y Mark Whalberg, dos de los protagonistas de "The Departed". La caminata triunfal de Scorsese inicia al mismo
tiempo que las cámaras televisivas se abalanzan sobre la audiencia del teatro Kodak: DiCaprio aplaude enérgicamente con una alegría desbordante, González Iñárritu pone cara de compungido, Eastwood, Frears y Greengrass sonríen y aplauden con aparente sinceridad y tras bambalinas Jack Nicholson -también del elenco de "The Departed" y con un look similar al de Britney Spears- junta sus palmas eufóricamente.Scorsese recibe su premio entre abrazos y palabras de aliento de Coppola, Lucas y Spielberg mientras toda una audiencia lo ovaciona de pie, pero eso no era todo. Momentos después se anuncia la cereza del pastel: el Oscar de mejor película se va también para "The Departed". La ceremonia concluye y el cineasta se
va a celebrar junto a los demás ganadores.Cabe mencionar que al recibir el premio, Scorsese volvió a levantar las manos en señal de "¡por fin!", gesto correspondido por sus fanáticos. Y es que la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas ya se había tardado en reconocer su trabajo como director. Ya había sido nominado cinco veces (por "Toro Salvaje", "La Ultima Tentación de Cristo", "Buenos Muchachos", "Pandillas de Nueva York" y "El Aviador"), pero la estatuilla lo driblaba, le coqueteaba, 'le hacía ojitos'... pero hasta ahí. Lo bueno fue que la noche del domingo pasado demostró que no hay sexto malo y el maestro Scorsese por fin la hizo suya. Y es que la influencia del director es innegable en el cine contemporáneo: Gracias a él, gente como Robert DeNiro y Joe Pesci se convirtieron en grandes íconos de la pantalla grande; sus épicas de la mafia definieron toda una época; los diálogos en sus cintas se niegan a dejar la memoria colectiva de los cinéfilos de hueso colorado (el "Are you talkin' to me?", de DeNiro en "Taxi Driver" es una de las frases más imitadas y repetidas en el cine moderno); y demostró que el vivir de Hollywood no significa comprometer su arte a cambio de un cine complaciente y dominguero. A "The Departed" se le ha calificado como la mejor cinta de mafiosos desde "Buenos Muchachos", pero tengo fe en que dentro de muy pronto éste comparativo quedará obsoleto. Con casi 65 años de edad y varios proyectos en puerta, sé que Scorsese volverá a la carga con nuevas historias y nuevos personajes que seguramente -al igual que él- serán convertidos en leyendas. No hay por que preocuparse. Hay Martin para rato.
Domingo 25 de febrero de 2007. Algunos minutos ya sobrepasaban las 11 de la noche (tiempo del centro) y la ceremonia de galardones fílmicos más importante de
todo el orbe estaba a punto de concluír. Durante poco más de dos horas, un segmento de la comunidad cinematográfica mundial congregada en el teatro Kodak en Hollywood y millones de televidentes alrededor del mundo presenciaron premiaciones predecibles, la gracia de la comediante Ellen DeGeneres y un espectacular
show de sombras chinas. Llegó el momento de anunciar al mejor director. Pasaron al escenario Francis "El Padrino" Ford Coppola, George "Nopuedovivirsinefectosespeciales" Lucas y
Steven "todo mundo me conoce" Spielberg. Después de una retahíla de chistes malos propios de los anfitriones que están a punto de entregar un premio, se anunciaron los nominados:Clint Eastwood - "Letters from Iwo Jima". Stephen Frears - "The Queen". Alejandro González Iñárritu - "Babel". Paul Greengrass - "United 93". Martin Scorsese - "The Departed".Spielberg toma el clásico sobre (y que eternamente se niega a ser abierto) con el nombre del ganador y acerca su boca al micrófono. Los fanáticos de "Taxi Driver" y "Buenos Muchachos" soltamos un respiro de alvio: "Martin Scorsese", anuncia Spielberg. Menudo y espontáneo, Scorsese levanta las manos en una señal que parece decir "al fin, carajo" y se dirige al podio, no sin antes celebrar junto a sus acompañantes, entre ellos Leonardo DiCaprio y Mark Whalberg, dos de los protagonistas de "The Departed". La caminata triunfal de Scorsese inicia al mismo
tiempo que las cámaras televisivas se abalanzan sobre la audiencia del teatro Kodak: DiCaprio aplaude enérgicamente con una alegría desbordante, González Iñárritu pone cara de compungido, Eastwood, Frears y Greengrass sonríen y aplauden con aparente sinceridad y tras bambalinas Jack Nicholson -también del elenco de "The Departed" y con un look similar al de Britney Spears- junta sus palmas eufóricamente.Scorsese recibe su premio entre abrazos y palabras de aliento de Coppola, Lucas y Spielberg mientras toda una audiencia lo ovaciona de pie, pero eso no era todo. Momentos después se anuncia la cereza del pastel: el Oscar de mejor película se va también para "The Departed". La ceremonia concluye y el cineasta se
va a celebrar junto a los demás ganadores.Cabe mencionar que al recibir el premio, Scorsese volvió a levantar las manos en señal de "¡por fin!", gesto correspondido por sus fanáticos. Y es que la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas ya se había tardado en reconocer su trabajo como director. Ya había sido nominado cinco veces (por "Toro Salvaje", "La Ultima Tentación de Cristo", "Buenos Muchachos", "Pandillas de Nueva York" y "El Aviador"), pero la estatuilla lo driblaba, le coqueteaba, 'le hacía ojitos'... pero hasta ahí. Lo bueno fue que la noche del domingo pasado demostró que no hay sexto malo y el maestro Scorsese por fin la hizo suya. Y es que la influencia del director es innegable en el cine contemporáneo: Gracias a él, gente como Robert DeNiro y Joe Pesci se convirtieron en grandes íconos de la pantalla grande; sus épicas de la mafia definieron toda una época; los diálogos en sus cintas se niegan a dejar la memoria colectiva de los cinéfilos de hueso colorado (el "Are you talkin' to me?", de DeNiro en "Taxi Driver" es una de las frases más imitadas y repetidas en el cine moderno); y demostró que el vivir de Hollywood no significa comprometer su arte a cambio de un cine complaciente y dominguero. A "The Departed" se le ha calificado como la mejor cinta de mafiosos desde "Buenos Muchachos", pero tengo fe en que dentro de muy pronto éste comparativo quedará obsoleto. Con casi 65 años de edad y varios proyectos en puerta, sé que Scorsese volverá a la carga con nuevas historias y nuevos personajes que seguramente -al igual que él- serán convertidos en leyendas. No hay por que preocuparse. Hay Martin para rato.
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